Sunday, August 30, 2009

AMONG THE BELIEVERS



"Un voyage se passe de motifs. Il ne tarde pas a prouver qu'il
se suffit a lui-meme. On croit qu'on va faire un voyage, mais
bientot c'est le voyage qui vous fait, ou vous defait".
(Nicolas Bouvier, L'usage du monde)

Es domingo en Lahore, y estoy en el techo del Regale Internet Inn, desayunando y leyendo, y charlando con los demas viajeros, orientales la mayoria. Aqui, anoche, hubo un concierto de musica tradicional pakistani con Sain Mohammad Ali y su grupo: es musica de origen sufi, y entre el qawwali y el nombre de Allah se oye de pronto la clasica melodia de Krishna. Me recordo mucho a las langas rajhastanis. Luego dormi aqui en el techo, al fresco. Ayer por la tarde llovio, y el cielo ha estado nublado y toda la tierra se ha tomado un respiro.
La noticia es que en Lahore no hay consulado indio, por lo que he de ir a Islamabad, que esta a unas cuatro horas al norte, y que ademas la visa se tarda diez dias, por lo que mis suenhos de cruzar pronto a India se han desvanecido. Pero es una ocasion para conocer un poco mas Pakistan, y ademas el Punjab pakistani me gusta, me siento como en cualquier barrio musulman de India.
Debido a la ley musulmana, no hay vida nocturna (no hay bares, ni alcohol, ni relaciones sociales entre los sexos), por lo que los hostales como este se convierten en pequenhos antros, y los musicos estan contentos de tener un publico, un lugar donde tocar y divertirse, y donde ganar algun dinerillo (la oferta es libre, pero todo el mundo da unas rupias). El publico, por su parte, tanto viajeros como algun local, pueden disfrutar de una noche de fiesta en santa paz, entre tazas de chai y humo de charas. Esto, por ejemplo, no ocurre en Iran, donde la interpretacion y la aplicacion de la ley islamica son mas severas. Me da gusto sentirme bien en medio de una sociedad islamica, porque la experiencia irani (donde, para poner un ejemplo, la pena para alguien que reniega de la fe es la muerte), me habia hecho desarrollar una alergia al Islam. El problema no reside en el Islam per se, aunque evidentemente tiene ahi sus raices, sino en la idea de una "ley islamica" que no solamente rige a quienes se consideran musulmanes o deciden ponerse bajo ella, sino a todos, sean creyentes o no. Ademas de ser una idea absolutamente prepotente, basada en una conviccion de tener la verdad absoluta, no respeta, como decia Don Benito, el derecho ajeno. A mi me parece muy bien que la gente crea en Allah, o en el elefantito azul, o en el carpintero crucificado. Lo que no me parece bien, lo que me hace sentir incomodo, es la imposicion de reglas basadas en una autoridad divina. Con la autoridad divina no hay dialogo, no hay logica, no hay razon. El libro de Naipaul, "Among the Believers", ha sido un interlocutor excelente para este viaje, y para estas inquietudes mias. Naipaul descubre una gran contradiccion en el seno del Islam politico y militante, que por un lado quiere los beneficios del mundo moderno y de la tecnologia, productos de una sociedad "occidental" que al mismo tiempo rechaza como enferma, inmoral, infiel. Negando su historia (su pasado pre-islamico) y las realidades del mundo contemporaneo, ponen toda su vida y su esperanza en manos de la fe. La fe movera montanhas, pero no construye hospitales, ni autopistas, ni televisores. Esa misma contradiccion existe en el terreno de los derechos humanos y de la libertad de expresion, que los grupos islamicos exigen en occidente, pero no considerarian jamas otorgar en sus paises.
Dice Naipaul:
"In the fundamentalist scheme the world constantly decays and has constantly to be re-created. The only function of intellect is to assist that re-creation. It re-interprets the texts; it re-establishes divine precedent. So history has to serve theology, law is separated from the idea of equity, and learning is separated from learning. The doctrine has its attractions. To a student from Karachi University, from perhaps a provincial or peasant background, the old faith comes more easily than any new-fangled academic discipline. So fundamentalism takes root in the universities, and to deny education can become the approved educated act. In the days of Muslim glory Islam opened itself to the learning of the world. Now fundamentalism provides an intellectual thermostat, set low. It equalizes, comforts, shelters and preserves.
In this way the faith pervades everything, and it is possible to understand what the fundamentalists mean when they say that Islam is a complete way of life. (...)
The Islamic fundamentalist wish is to work back to such a whole, for them a God-given whole, but with the tool of faith alone -belief, religious practices and rituals. It is like a wish -with intellect suppressed or limited, the historical sense falsified- to work back from the abstract to the concrete, and to set up the tribal walls again. It is to seek to re-create something like a tribal or a city state that -except in theological fantasy- never was. (...) The West, or the universal civilization it leads, is emotionally rejected. It undermines; it threatens. But at the same time is needed, for its machines, goods, medicines, warplanes, the remittances from the emigrants, the hospitals that might have a cure for calcium deficiency, the universities that will provide master degrees in mass media. All the rejection of the West is contained within the assumption that there will always exist out there a living, creative civilization, oddly neutral, open to all to appeal to. Rejection, therefore, is not absolute rejection. It is also, for the community as a whole, a way of ceasing to strive intellectually. It is to be parasitic; parasitism is one of the unacknowledged fruits of fundamentalism".
Si nos ponemos a pensar, los unicos paises musulmanes que tienen dinero, y un poco de bienestar social, son aquellos que tienen petroleo. La excepcion es Turquia, que tuvo en Ataturk a un lider visionario que, con metodos discutibles, hizo de su pais una nacion secular, propulsandolos por la fuerza a la modernidad, y sin dejar de creer en Allah.

*

El autobus de la companhia Niazi Express de las 15:00 para Islamabad hace una parade de veinte minutos en una estacion de servicio sobre la autopista Lahore-Islamabad. Para mi sorpresa no es el tipico changarro de carretera del subcontinente, sino un "Food Court", que casi con sentido del humor ejemplifica el discurso anterior. Compiten por la atencion y el dinero de los pasajeros un KFC, un Subway, y otro par de establecimientos parecidos que anuncian Happy Meals, paquetes especiales o familiares, con su Pepsi, Fanta o Coca-Cola. Es como un espejismo de occidente, o una premonicion. Lo que si es que el Subway tiene un gran letrero anunciando que este establecimiento "Is proudly owned by a Pakistani Citizen", supongo que para evitar ser el objetivo de algun ataque terrorista perpetrado por algun fanatico (despues de terminarse su Happy Meal). "Down with the USA" se mezcla incomodamente con "Long live McDonald's", y lo mism les pasa a los pakistanis con la India: anoche cuando veiamos un rato de una pelicula de Bollywood en la tele, le dije como provocacion al chico del hostal "Indian TV", y me contesto muy convencido, "No, language urdu". Pero todos sabiamos que era un canal Indio, Star TV, con peliculas indias, musica hindi, anuncios en hindi protagonizados por actores y actrices de Bollywood. Hay dos diferencias entre Urdu y Hindi: la primera es que el urdu es hablado por musulmanes, y la segunda es que esta escrito en caracteres arabes. Es un poco como la diferencia entre serbio y croata, una diferencia sobre todo mental. Same same, but different.

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