Thursday, December 31, 2009

EL RIO



Rishikesh crece y se moderniza, como el resto de la India, pero sigue siendo ese antiguo bazar metafísico donde se juntan el viajero en busca de algo tan vago (o tan específico) como el crecimiento espiritual, un gurú, sí mismo, o unas clases de yoga, con o sin kirtan, con el sempiterno peregrino indio que está aquí para venerar a Ganga Ma y meter sus pies descalzos en el millón de templos multicolores, y la cabeza bajo el agua. Por el caminito de tierra que une a Laxmanjhula con Ramjhula cada piedra, cada árbol, anuncian algún tipo de escuela de yoga, de meditación, de iluminación, de salvación. Un viejo letrero azul de madera clavado en un árbol dice:

“For Meditation, Philosophy, Answers to Spiritual
Questions, Indology, Galactic Chronicles, Contact: ultramodernbhavatkatha.wetpaint.com”.

En esta era de Kali, hasta los babas ofrecen sus servicios por internet. Pero en medio de toda la locura del bazar esotérico está el río, frío y dulce, y no es difícil encontrar una playita escondida entre las rocas, con su arena blanca y plateada, finísima, y estar por unas horas solo, como han estado por milenios los rishis.

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Se acerca el invierno y los vientos que bajan desde las montañas, por el embudo que hace el río, se convierten durante las noches en heladas y violentas trombas que se llevan todo a su paso: imposible dejar secando ropa afuera, con o sin pinzas. Vayu, el viento, padre de Hanuman, que vuela sobre el cuerpo de Ganga, descansa solamente cuando sale el sol, Surya, y se eleva hacia el zénit, calentando la tierra.

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Tuesday, December 29, 2009

DOWN BY THE RIVER



we all have an area of darkness, somewhere, and today, i fear, mine has overcome me. it grows from the inside with sickness, and sadness, and the meaning (lessness) of life and it seems, then, that the sun above is shining (but not for me). so i go down to the river to play, blowing my horn in some sweet old way
(who shall wear the starry crown?)

Sunday, December 27, 2009

ANTHROPOS ZOON POLITIKON.



Sigo febril, y harto ya de no poder nadar en el río, ni de ir a yoga, pero evidentemente lo que necesito es reposo. Menos mal que me enfermé aquí y no cuando estaba de viaje, atravesando Irán o Pakistán. El cuerpo es sabio y sabe lo que hace.
Hace un par de días conocí a Jake, un chico de Wisconsin que vive en Portland, Oregon, y que toca el ukelele, y nos hemos puesto a tocar juntos las canciones de Beirut, mirando el Ganges al atardecer. Está recuperándose también, en su caso de algo más grave: tifoidea. Ale, que está mejorando mucho con la flauta, nos acompaña a veces, lo mismo que Bernardo, golpeando con unos palos el suelo.
También volvieron de sus aventuras en moto por las montañas Laly e Yves, nuestros amigos canarios de Macleod. Se van mañana en tren a Varanasi, y he de decir que he sido pobre compañía, en estos días, con mi sweater y mi bufanda y mis tesitos.
Es hermoso ver como se agregan y desagregan pequeños núcleos sociales, la red de amigos y de familia que el viajero construye en el camino por instinto, y que van dejando huella en la memoria, en la constitución ontológica, tanto como, y en ocasiones más que, amigos o parientes de largo tiempo (los parientes son siempre de largo tiempo).

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Wednesday, December 23, 2009

SURYA NAMASKAR



24.10.09

En el desfile infinito de las festividades indias, hoy es Chhath Puja, el día de adoración del sol:

“Thou by whose lustre all the world
of life comes forth, and by thy beams
again returns unto its rest,
O Surya with the golden hair,
ascend for us day after day,
still bringing purer innocence”.
(Rig Veda)

Monday, December 21, 2009

EL HOSPITAL



De pronto, hace dos días, nos convertimos en un hospital, primero yo con unas temperaturas de 39 y feria, inexplicables en cuanto no acompañadas de infección estomacal, ni de garganta ni nada, lo que me hace pensar que es una fiebre “reguladora” debida a la eliminación de toxinas provocada por el yoga, por tanta asana, pranayama, kriya, bhandas, etcétera: espero que así sea… y luego Bernardo, que amaneció con fiebre, en su caso perfectamente aducible a un atracón de pizza que se dieron anoche él y Ale en el Little Buddha Café, mientras que yo descansaba en casa, leyendo “Last Orders”, la curiosa novela sobre la vida y la muerte de gente común que le valió el premio Booker del 96 a Graham Swift.
Los estados febriles son muy interesantes, y además de obligarlo a uno al reposo, entra uno en una especie de slalom entre el sueño (ligero y cargado de sueños) y la lucidez. Incapaz de realizar actividades que consuman energía, lo que incluye escribir, y cuando sube la temperatura incluso leer; el cuerpo descansa alterando los escalofríos y los sudores, mientras que la mente divaga, libre de una conciencia controladora.
En todo esto Ale es la enfermera.

UNAS FOTOS DE RISHIKESH





Sunday, December 20, 2009

SHANTI SHANTI


Encontré un maestro de yoga en Laxmanjhula. Se llama Govinda y enseña según la escuela Sivananda, un estilo muy distinto al ashtanga de Pattabhi Jois. Sus clases son fuertes pero shanti shanti, y le gusta obligar a cada uno a dar lo máximo, sin exagerar, y a profundizar en las posturas, en las que nos quedamos largo, largo tiempo, respirando y sintiendo el trabajo, entrando realmente en una meditación en movimiento. Las clases se llevan a cabo en una terraza que sobrevuela el Ganges, a pocos metros del puente colgante, y los changos se asoman para vernos practicar. El sol se acaba de poner y un enorme mono macho con el culo muy rojo está particularmente interesado en las asanas que estamos haciendo, y no sé porqué no se ríe de nosotros. Del otro lado del río llegan sin cesar los mantras de las pujas y la metralla de los cohetes que se preparan ansiosos para Diwali, el gran festival hindú de la luz.

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Diwali. El regreso a casa de Rama. Día feriado, día de luces y cohetes que pasamos en una playita del río hasta insolarnos. Bernardo está creciendo a pasos de gigante y construimos presas con piedras y arena, monumentales obras de ingeniería que fueron sumergidas por el río en pocos segundos cuando el agua subió de nivel.
Desde Pakistán llegan cada día más noticias de violencia: bombas asesinatos atentados en Peshawar, Rawalpindi, Islamabad y Lahore, en lo que es probablemente la más grande ofensiva de los talibanes en una década, y comienzo a darme cuenta de la suerte que tuve al pasar por ahí en el momento justo, increíblemente hace tan solo poco más de un mes.
En el libro de Naipaul, donde cuenta de una temporada que pasó en Srinagar, en el lejano 1962, encuentro ecos cercanos: “It was in politics as it was in religion. The analyses of the kashmir situation which I had been reading endlessly in newspapers had no relation to the problem as the kashmiris saw it”.

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Hoy apareció la luna nueva, la delicada rebanadita que aquí llaman Shiva Moon. La veo desde la terraza sobre el Ganges en plena clase de yoga, mientras del otro lado del río llegan los cantos del Ganga Aarti: “Om Jai Gange Mata, Jaia Maia Gange Mata…” Es una hora mágica, cuando por unos instantes el sol y la luna comparten el mismo cielo.
Los días se me van volando así, entre la vida familiar, el yoga, los baños en el Ganges. Shanti shanti, como dicen aquí.

Saturday, December 19, 2009





not long ago it was it seems
you were in a beach somewhere
dressed in flowers only and
worshipping the grateful dead
as you dropped acid by the bucket
into the sea

now here you are i see you
fully clad in the river
taking ritual baths
with brahmin marks
on your forehead and those
funny pony tails

om mataganga jai you say
om mataganga jai
soon this river will flow
into the sea i see
om mataganga jai

Friday, December 18, 2009

NUMBER NINE


Estamos dándonos otro baño en el Ganga, esta vez del lado de Laxmanjhula (el “puente de Laxman”, hermano de Rama), a donde probablemente nos mudemos mañana, para estar más cerca de las playitas, y en general del ambiente más tranquilo que hay de este lado. La vida del ashram está bien para el viajero monástico, pero no tanto para la pequeña familia nómada. Lo único que había de interés particular para mí en Ramjhula eran las clases de yoga de Surinder Singh, pero ya no da clases en el Ved Niketan y no supieron (no quisieron?) decirme donde encontrarlo.
Hoy por la mañana fuimos a visitar las ruinas cada vez más abandonadas, pilladas, devastadas y cubiertas de maleza del Maharishi Mahesh Yogi Ashram: ya se robaron haswta las estatuas que había en la sala de meditación. Pero sigue siendo un lugar fascinante, reino de monos negros y blancos, y de un militar cabrón, corrupto y sin escrúpulos que cobra 50 rupias por entrar.

Wednesday, December 16, 2009

TRASLADOS


Quedarse largo tiempo en un sitio en la India es siempre un placer, pero los traslados, por el contrario, son pequeños infiernos. Infiernillos.
Las horas de espera, la incertidumbre, los caminos en mal estado, y la caja de cambios destrozada que hacía del autobús Tata una batidora; de Macleod hasta Pathankot, que no deben de ser mucho más de cien kilómetros, tardamos cuatro horas y media: llegamos de noche y recorrimos los cinco kilómetros restantes hasta la estación de trenes de Chakki Bank en uno de esos rickshaws à la Mad Max, típicos de Pathankot. El expreso de Haridwar salió puntual a las ocho y media, y la noche pasó sin incidencias. Amanecimos un par de horas antes de llegar a Rishikesh, para fascinación de Bernardo que viajaba en tren por primera vez y que difícilmente despegaba los ojos de la ventana.
Una vez en Rishikesh fuimos a buscar una habitación a mi viejo ashram, el Ved Niketan, y ahora estamos de excursión en Laxmanjhula, a donde venimos a darnos un bien merecido baño en las limpias y heladas aguas del Ganges.

Tuesday, December 15, 2009

ADIÓS A MACLEOD



Finalmente, después de lo que parece una vida entera, compramos los boletos de tren para Rishikesh. Salimos mañana, como a la una de la tarde, en autobús hacia Pathankot, y de ahí a las ocho y media de la noche en tren hacia Haridwar-Rishikesh. Es el último día en la escuelita tibetana para Bernardo también, y Ale y yo estamos preparándonos para el viaje, empacando, y enviándonos a nosotros mismos un paquete de cosas a la oficina central de correos de Rishikesh, poste restante (10 kilos, casi todo libros), para ir más ligeros. Así que es adiós a Macleod, este lugar hermoso y pacífico en el que resulta tan fácil quedarse.

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Estoy leyendo otro libro de Naipaul, “An Area of Darkness”, que cuenta las experiencias de su primera visita a la India, en 1963, cuando tenía 31 años. Llegó, curiosamente, como Octavio Paz, en una nave proveniente de Alejandría, y que lo llevó hasta el “Gateway of India”, Bombay:

“It had been a slow journey, its impressions varied and superficial. But it had been a preparation for the East. After the bazaar of Cairo the bazaar of Karachi was no surprise; and bakshish was the same in both languages. The change from the Mediterranean winter to the sticky high summer of the Red Sea had been swift. But other changes had been slower. From Athens to Bombay another idea of man had defined itself by degrees, a new type of authority and subservience”.

Sunday, December 13, 2009

LA LÓGICA DEL GRANIZO



“Don’t crowd yourself!”
(Maria Assunta Gatt, née Spiteri)


Los días se van haciendo más fríos, y cuando llueve graniza: el otoño llegó finalmente y los turistas se han ido. Bhagsu, que hasta hace dos semanas parecía fin de semana en Tel Aviv, es ahora un pueblo fantasma en el que cada día quedan menos negocios abiertos (se han mudado a Arambol, en Goa, y están vendiéndole las mismas cosas a los mismos israelís); y pronto hemos de irnos nosotros también, para estar un rato en Rishikesh, antes de proseguir nuestro camino a Varanasi.




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Las noticias de hoy cuentan de un atentado en Peshawar, el más violento del año, en pleno Khyber Bazar, que es donde compré mi shalwar kamiz y el de Bernardo. Ocasionó 94 muertos, entre ellos mujeres y niños. Todos musulmanes. De verdad que no entiendo la lógica.

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Thursday, December 10, 2009

CAREFUL WITH THAT AXE



“Now you have this huge tree. You think it’s terrible that no one can cut it for use. Why not let it be a tree? – in the Village of No-Thing, where the wilds spread out in every direction towards No-Place. Sit beneath it and master the art of nondoing. Wander freely, easily into dreams beneath it. Forget the ax –nothing can harm it. Nothing can possibly be of use. Where’s the problem?”
(Chuang Tzu, Free and Easy Wandering)

Tuesday, December 8, 2009

LA VENTANA ABIERTA


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i am surrounded by water

water everywhere, bellow

above and around me

i see it, i hear it

from my little island of rock:

old cold stone, sitting

on water for ever, it seems;

i feel it, i breathe it

rumble, rumble it goes

on its way to the sea

maybe, somewhere, to be

i taste it, it is good


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La vista desde la terraza de nuestra casita es una de las más hermosas que he tenido en mi vida. Mira en dirección noroeste hacia la sierra de Dhauladar, cubierta de altos y antiguos pinos, y entre la sierra y la casa sobre un valle verde de rocas y barrancos en los que pastan vacas y cabras y pasan ocasionalmente un pastor, o un campesino. Frente a la puerta de casa, entre la verdura, cuatro altísimas plantas de cannabis índica, que como en todo el himalaya es una hierba endémica.

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En casa, además de Bernardo, tenemos un ratón, tan pequeñito que entró en la trampa que le tendimos, se comió el chapati y volvió a salir, ileso, sin accionar el mecanismo de captura (son unas trampas “humanitarias” que no los matan, sino que los capturan para luego irlos a liberar en la naturaleza, a un buen kilómetro de distancia). Es veloz, miedoso, simpático y limpio, como todos los ratones de campo, por lo que decidimos dejarlo quedarse. También hay muchas mangostas en la zona, esos curiosos y temibles mamíferos que comen serpientes (aunque con nosotros los humanos son más bien tímidos y se meten a la casa a buscar comida solamente cuando no estamos y hemos olvidado cerrar alguna ventana).

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Sunday, December 6, 2009

QUE POR BIEN NO VENGA



"If I could tell you what it meant,
there would be no point in dancing it".
(Isadora Duncan)

En el prefacio a la edición de Hamill y Seaton del Chuang Tzu se mencionan tres criterios que deben regir el trabajo del traductor: hsin, o fidelidad, ta, o expresividad, y ya, o elegancia. Los tendré en cuenta cuando sea el caso.
Por cierto que los tres ideogramas chinos son infinitamente más elegantes, y precisos, que la traducción de Hamill y Seaton, y que la mía a partir de la de ellos. Traduttore, tradittore, dicen, pero del chino decir traidor es poco; se siente uno como el asesino múltiple de la motosierra.
Como el otro gran maestro taoísta, Lao-Tzu, Chuang-Tzu es una figura probablemente real, pero seguramente mitológica, y los escritos a él atribuídos son, junto con el Tao Te Ching, la esencia de las enseñanzas filosóficas del taoísmo, que nos dice, junto con el zen, al que influyó directamente, que el sufrimiento es el resultado de nuestra tendencia a juzgar utilizando conceptos de "bueno" y "malo", y de nuestra incapacidad de aceptar que las cosas simplemente "son".
Es ampliamente evidente que el zen (Ch'an) es el resultado del feliz encuentro en el Celeste Imperio entre el budismo mahayana, llegado de la India, y el taoísmo, ya bien arraigado en China.

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Hay en los campos una ortiga venenosa cuyo piquete es tan fuerte como el de una araña. Afortunadamente crece junto a ella otra planta, semejante a la acelga, que sirve de antídoto: se machacan unas hojas entre dos piedras y se coloca la pulpa resultante sobre la parte irritada. Nos lo hizo saber un viejo que pasaba por ahí.
Ya nos picaron a mí, a Ale y a Bernardo, que tuvo la mala suerte de caer encima de ellas. Hay también miles de flores de calabaza que los indios no se comen (como no se comían las tunas en Zimbabwe), sino que dejan marchitar en las plantas, de las que utilizan solo el fruto. En consecuencia hoy será la tercera vez que cenamos flores de calabaza rebosadas, masala.

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