Sunday, August 2, 2009

Por el camino...



Cuando uno esta de viaje hay dias mas dificiles que otros, y este es uno de ellos. El sistema de transporte publico del caucaso es un desastre, a decir poco, y tengo que cambiar tres veces de lugar dentro de Yerevan para encontrar una Marshrutka que me lleve a Vayk, que ni siquiera es a donde quiero ir pero por lo menos esta en la direccion adecuada: son cuatro horas ya que sali de la pension y aun no hemos arrancado. El calor y el sol implacables no ayudan nada.
Hoy por la manhana me despedi de los amigos del hostal, de los dos daneses y de Ahmad, el irani. Es la primera vez que me encuentro con un mochilero irani, que protagonizo un curioso incidente cuando se presento con los dos israelis recien llegados: "Hello my name is Ahmad, I am from Iran". "From where?!", cantaron a tono con cara de asustados... Interesante choque frontal entre dos trenes cargados de prejuicios. Pero todo bien, Ahmad es un amor, un gigante bueno.
Pero volviendo al viaje, he de decir que el lenguaje, o la ausencia de, tampoco ayuda. Aparte de las conversaciones en ingles con otros viajeros, y con algun hostelero que lo habla, la lengua que termino utilizando es... el ruso.
Y he de decir que no hablo nada de ruso, a pesar de las tres o cuatro lecciones que tome en el Colmex alla por el 88 con un profe autoritario que estabamos convencidos era el agente de la KGB en la embajada sovietica en Mexico (Hector Cardenas, que habia vivido en Moscu, decia que solo el embajador y el agente de la KGB tenian Mercedes negro con chofer). En fin, mi vocabulario es el siguiente: da niet spasiva pajausta harasho dasvidanya nye pa russki nye pa armanski voda pivo vodka tualet, mas la conversacion muy recurrente: "ap ku da?", respuesta, "Mexika". El resto es todo aspavientos, con manos y rostro, y no siempre fructiferos. Lo mismo sucede con los letreros, que estan en armenio, a veces en ruso, y raramente en caracteres latinos, o sea que hay que desempolvar el cirilico tambien.
Consegui pues llegar en Marshrutka hasta Vayk, por un paisaje primero plano, desertico, que bordea la frontera con Turquia (con el monte Ararat siempre presente en el horizonte), y luego, al llegar a Naxcivan, que es un enclave de Azerbaijan que quedo separado de la patria, el camino gira hacia un estrecho y escarpado corredor de montanha que los armenios llaman Vayots Dzor, y que significa "la canhada de los sufrimientos", debido a que ha sufrido, justamente, un sinfin de ruinosos terremotos a lo largo de los siglos. Es un paisaje espectacular. Del otro lado de Vayots Dzor esta Nagorno-Karabakh, que es la otra anomalia geopolitica de la zona, y resultado tambien de la balcanizacion del caucaso. Mientras que Naxcivan esta poblado por azeris, musulmanes, Nagorno-Karabakh era un enclave armenio dentro del territorio que correspondia al Azerbaijan sovietico. Hoy en dia, despues de la cruenta guerra de los noventa, Nagorno-Karabakh se autoproclamo independiente, aunque es, de facto, territorio armenio, y Armenia es el unico pais que lo reconoce como independiente. Por el camino se ven bunkers abandonados, apuntando hacia Naxcivan, cuyos habitantes, por su parte, si quieren ir a cualquier otra parte de Azerbaijan han de hacerlo por avion, o dando la vuelta por el sur, pasando por Iran (aunque esa parte de Iran, incluyendo Tabriz, esta poblada tambien por azeris, que son un pueblo turcomano. Las fronteras politicas son una cosa absurda, y un desastre.
La marshrutka me dejo en Vayk a las seis de la tarde, y como ya no habia mas transporte publico y tampoco queria quedarme en Vayk, comence a caminar por la carretera, que sigue el curso del rio Arpa y serpentea por en medio del canhon, haciendo autostop hasta que alguien me levantara, y asi, entre un corto aventon y otro, caminando entre los cerros, y aprovechando entre un pasaje y otro para darme un banho en las heladas aguas del rio, consegui llegar hasta Sisian, finalmente a bordo de una pipa cargada de Diesel. Que hermoso se ve el paisaje desde alla arriba.
Sisian esta a 35 kms de Goris, que es mi destino final, pero cuando llegamos comenzaba a llover y a hacer frio (pasamos por un puerto de montanha a 2,600 metros) y ademas estaba ya obscureciendo, asi que acepte el cafe que me ofrecieron el camionero y el de la gasolinera, y luego busque un hotelito en Sisian para pasar la noche, cosa que encontre a muy buen precio, lo mismo que una copiosa cena de un goulash no muy bueno pero si llenador, una ensalada aderezada con cilantro y sal, y una cerveza Kilikia de medio litro. Fue un dia largo y dificil, y a pesar de que eran solo 253 kms los que separaban a Yerevan de Goris no consegui llegar, pero aqui estoy, y como dicen los franceses: todo bien que termina bien.
Da gusto estar en la montanha, donde hace frio y el aire y el agua son frescos y puros.
Se estan disipando las nubes grises, que por un motio u otro habian un poco obscurecido mi horizonte este par de dias. Esta lloviendo cada vez mas fuerte, y mis pensamientos estan muy lejos de aqui.

Termino de leer "Snow", de Orhan Pamuk, el novelista triste:

"By now it was getting late, so I made my way back to the hotel, plodding slowly
through the snow like a traveler without a friend in the world although laden
with all its sorrows. I still had plenty of time before my departure, but I was
hoping to leave without been seen and went straight up to my room to pack".

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