Monday, February 15, 2010

OLD DELHI


Ya llegó la Edy, a tiempo para pasar una navidad eléctrica en Delhi. Tenemos un tren para Ajmer esta noche, y todo el día para pasear por la vieja Delhi. Primera paradaÑ el gurudwara en Chandni Chowk, con sus recuerdos de hace ocho años, cuando vine aquí con Eugene, y más recientemente de mi estancia en el Templo Dorado de Amritsar. Comemos en el comedor común, o langar, y seguimos nuestro paseo por el corazón caótico del viejo Delhi, caminando hasta el Lal Qila, o fuerte rojo, al que no entramos, y luego seguimos hacia Jama Masjid, la gran mezquita, a la que llegamos a la hora de la plegaria, la última antes de la puesta del sol. El viejo Delhi es el purgatorio de Dante pintado por el Bosco, y es agotador para los sentidos, para el cuerpo y para la mente. Volvemos a Pharganj atravesando el barrio musulmán, y solo los vehículos de motor y las luces eléctricas nos avisan que no estamos en la edad media. En un pequeño negocio de accesorios coránicos Edy y yo compramos unos atriles de madera que sirven usualmente para leer el corán, pero que destinaremos a otras lecturas, seguramente más profanas.
Ha caído la noche. Estamos muertos de cansancio en la estación de trenes de Old Delhi esperando nuestro tren, el Ahmedabad Mail, que viene con casi una hora de retraso. Hace mucho frío.

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