Thursday, September 10, 2009

DERVICHES



“How shall we sing the Lord´s song
in a strange land?”
(Psalm CXXXVII)

Lahore es la ciudad de Kim, el personaje de Rudyard Kipling, y es en homenaje tanto a uno como al otro que hago una visita al Museo de Lahore, el Ajaib-Gher (the Wonder-house), cuyo primer curador, allá por los finales del siglo XIX, fuera justamente el padre del joven Kipling. Como todo en Pakistán, el museo parece congelado en el tiempo, inmóvil desde que se fuera el Imperio, acumulando polvo nada más, y pienso para mis adentros que más que la visita a un museo parece la visita a la casa de una tía muy anciana y muy excéntrica que viajó por todo el mundo. La colección de arte gandhara es extraordinaria, y en el tallado de la piedra y las esculturas, que representan casi siempre personajes de la vida del buda, se aprecia claramente la influencia griega.

*

Los jueves son los días (y las noches) sufis en Lahore, con decenas de grupos que se reúnen en el santuario de Data Darbar a cantar qawwali toda la tarde, y luego por la noche, en un lugar fuera de Lahore y al aire libre, al que llegamos con nuestro amigo el del rickshaw, hay percusiones e invocaciones a Allah, y derviches bailando frenéticamente.
El espíritu del sufi está vivo en Pakistán, porque tanto la gente, como su versión del Islam, son más abiertas. Fue una buena despedida. Mañana cruzo la frontera.

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