Friday, December 18, 2009

NUMBER NINE


Estamos dándonos otro baño en el Ganga, esta vez del lado de Laxmanjhula (el “puente de Laxman”, hermano de Rama), a donde probablemente nos mudemos mañana, para estar más cerca de las playitas, y en general del ambiente más tranquilo que hay de este lado. La vida del ashram está bien para el viajero monástico, pero no tanto para la pequeña familia nómada. Lo único que había de interés particular para mí en Ramjhula eran las clases de yoga de Surinder Singh, pero ya no da clases en el Ved Niketan y no supieron (no quisieron?) decirme donde encontrarlo.
Hoy por la mañana fuimos a visitar las ruinas cada vez más abandonadas, pilladas, devastadas y cubiertas de maleza del Maharishi Mahesh Yogi Ashram: ya se robaron haswta las estatuas que había en la sala de meditación. Pero sigue siendo un lugar fascinante, reino de monos negros y blancos, y de un militar cabrón, corrupto y sin escrúpulos que cobra 50 rupias por entrar.

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