Monday, November 30, 2009

YONGLING



Dos de octubre no se olvida, y en india menos porque es el cumpleaños nada más y nada menos de del Mahatma Gandhi, el 140 aniversario para ser precisos. Y es por ello día festivo. Las escuelas tibetanas, entre las que está la de Bernardo (Yongling Crèche & Kindergarten), organizaron un festivalito para la ocasión, con cantos, bailes y música, evento que se lleva a cabo en Tipa Hall, que es el centro de actividades no estrictamente ligadas al budismo de los tibetanos en Macleod Ganj. Los más pequeñitos, de la edad de Bernardo y para abajo, están de mirones nomás, con un gran globo rojo amarrado a la muñeca. Bernardo es, junto con un niño brasileño, el único “extranjero” de la escuela. Y pongo extranjero entre comillas, porque la celebración coincide con los 50 años del exilio tibetano en India, por lo que hay una gran manta verde en el escenario que dice: “Thank You India: 50 Years in Exile
(1959-2009)”.





No sabemos mucho de la enseñanza de la escuela, porque no hablamos tibetano, pero algunos de sus métodos son claramente “a la antigua”, sobretodo los disciplinarios, que tienden a herir las blandas sensibilidades (sensiblerías?) de los occidentales: el otro día llegó Ale horrorizada porque a Bernardo lo había amarrado la maestra porque no dejaba de pelear (lo amarró con una mala, o rosario, de la muñeca al marco de la ventana), y luego vió al director llevarse a otro pequeño bandido en un costal, con solo la cabeza de fuera. Tradiciones antiguas, sin duda. Y no serán los métodos ideales, pero si uno juzga por el comportamiento y carácter de los tibetanos adultos, tanto hombres como mujeres (pacíficos, corteses, honestos, compasivos, inteligentes), son métodos sin duda efectivos. Además el Yongling a quién está dedicada la escuela fue el primer maestro del Dalai Lama, cuando era niño. Sabrán lo que hacen, digo yo.
www.tibetkids.com
El día amaneció perfecto, cálido y soleado, y antes de venir a Tipa Hall fuimos a darnos un baño a la alberca del templo de Bhagsu y a comer un channa (garbanzos) masala picante y sabroso.

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Así como en la India no todo es paz y espiritualidad, en la vida de la pequeña familia de Robinsones no todo es siempre felicidad y alegría. Como bien sabe todo aquél que convive o ha convivido (o ha sido!) un niño de tres años, los picos de euforia extática rebotan a menudo en profundos valles de lágrimas. Todo lo que sube baja y cada niño de tres años es a su manera un pequeño maniaco-depresivo (tres minutos de una cosa, y a cambiar de canal!), lo que me hace pensar, volteando la tortilla, en que quizás lo único que les sucede a los adultos maníaco-depresivos es que tienen la edad emocional de un niño de tres años.

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Saturday, November 28, 2009

LA CASITA DE BHAGSU



Nos mudamos otra vez a Bhagsu, a la casita preciosa en la que estaban nuestros amigos de Canarias, Yves y Laly, que hoy se fueron para Rishikesh. La casita tiene cocina, baño, terraza y dos pisos y es una joya. Estamos muy felices y probablemente salgamos poco de casa. Para celebrar voy a cocinar esta noche un guiso de bindhi (okra) y berenjenas, para comer con chapatis comprados en uno de los restaurancitos indios que hay junto al templo. Lo único que falta es una botellita de tinto.





Hoy llovió fuerte todo el día, pero como a eso de las cuatro salió el sol, y los chicos juegan cricket a un costado del templo mientras yo me tomo un chai y batallo con la difícil lectura de un libro sobre los Vedas escrito por un académico holandés especialista en la materia, Frits Staal: “Discovering the Vedas: Origins, Mantras, Rituals, Insights”.




El vendedor de menta, afuera de nuestra cocina.



Laly en la salita de la casa, antes de irse a Rishikesh.



La vista desde la terracita, una tarde de lluvia y sol.

Friday, November 27, 2009

LOS VEDAS




"Soma is the king of us Brahmans!"
(Yajurveda)

Los Vedas son dificiles de entender porque literalmente no tienen ni pies ni cabeza. No son textos, en el sentido en el que lo son las biblias o el coran, pero tampoco en el sentido en el que lo es cualquier libro escrito. Los Vedas son un compendio de conocimientos, ritos, mitos, pero tambien de musica y de mantras, comentarios y prescripciones sociales, magia negra y blanca, y medicina, provenientes de tradiciones orales antiquisimas, y seguramente diversas. No comienzan con un genesis, sino que presentan muchos, en ocasiones contradictorios, como contradictorios son los dioses de los que hablan, dioses mortales y anteriores a la triada hindu de Shiva, Vishnu y Brahma: entre ellos Agni, dios del fuego, Soma, dios de la planta misteriosa que los conectaba con la divinidad, y que algunos relacionan con la amanita muscaria (no una planta, sino un hongo), Indra, rey de los dioses, del cielo y de la guerra, y Rudra, antecesor directo de Shiva.
Los compendios que fueron convirtiendose en los textos que hoy conocemos como los Vedas son cuatro: el Rigveda, un poema escrito en verso (Rig- verso) que es el mas antiguo y venerable, el Samaveda, que es sobre todo un acompanamiento musical (mantras) del Rigveda, el Yajurveda, que es una guia ritual, y un cuarto compendio anadido mucho mas tarde llamado Atharvaveda. Estos textos, que como hemos visto no son "libros", eran composiciones orales, muy anteriores a la llegada de la escritura e incluso al sanscrito, y fueron agrupandose en ciclos (mandalas). Es imposible determinar con exactitud la antiguedad de los primeros versos del Rigveda, como es imposible determinar la antiguedad de cualquier tradicion oral, que seguramente tiene sus origenes en el surgimiento mismo del lenguaje humano. Lo que si sabemos, gracias a estudios geneticos, es que la mayor parte de la poblacion del subcontinente tiene una linea de antepasados que se remonta a 7000 anhos antes de la era cristiana, y que el idioma vedico, anterior al sanscrito, se hablaba ya en el 2000 a.c. No es mucha informacion, ni muy precisa, pero sirve para darnos una idea.

"He who studies understands,
not the one who sleeps".
(Rigveda, 5.44.13)

Wednesday, November 25, 2009

LAS MONTAÑAS



Después de días de estarlo planeando, ayer finalmente subimos a Triund, el primer paso de montaña en los Himalayas partiendo desde el valle de Kangra. Triund está a tan solo nueve kilómetros de Macleod, pero en esos nueve kilómetros sube uno desde 1,600 hasta 2,900 metros sobre el nivel del mar, cosa que un adulto saludable hace a pie en cuatro o cinco horas, pero para subir con Bernardo no sabíamos cómo hacer: la solución fue contratar a un burro. Así que subimos ayer con toda una expedición: Ale, Bernardo y yo, Yves (un amigo francés que conocí en Lahore), Rocío nuestra amiga del yoga, que acaba de llegar, Ashok el dueño de los burros, su hijo, y dos burros porque dijeron que los burros siempre viajan en pareja. Será. Así que uno subió cargado de mochilas y comida y el otro con Bernardo, que venía feliz y no entendía porque estabamos cansados. Los dos burros: mil rupias. El regreso, al día siguiente, será a pie.
Yo había estado acá arriba hace ocho años, recién cumplidos los treinta y tres. Una excursión muy distinta, en circunstancias muy distintas: subí solo, en la lluvia, y una vez arriba dormí en una cueva, protegido por un fuego mantenido vivo con dificultad durante la noche, y comí la comida que me dieron unos pastores. Esta, en cambio, es la misma excursión en versión “pequeña familia”. Más cara, más difícil, menos serena, pero rica en buena compañía. Anoche cenamos juntos un thali alrededor de un fuego en un chai-shop (en Triund ya no hay solamente pastores… hasta acá va llegando el “progreso”), vimos las estrellas, y luego dormimos (los cinco) como tamales en una pequeña habitación que nos alquiló el tipo del chai-shop.
Hoy amaneció soleado en el paraíso, y las montañas se levantan en toda su majestuosidad y sin el velo habitual de las nubes. Hay muchísima actividad en el reino animal, y todo a nuestro alrededor son cuervos, halcones, buitres, ovejas, cabras, perros, y una infinidad de insectos, cada uno ocupado con sus menesteres. Nosotros, mientras tanto, desayunamos fruta, pan con mantequilla de cacahuate y mermelada casera de frambuesas silvestres y un té de hierbas pakistaní que Yves preparó en su hornito de gas.
El sol pega fuerte y hace contraste con el frío de la noche, y los prados verdes, fértiles y poblados por un ejército de cabras y de ovejas, me recuerdan a Heidi.









Sunday, November 22, 2009

RIO ARRIBA



Por la montana, rio arriba, saltando de una piedra a otra con pies descalzos para no mojar los zapatos. Hace frio. Estamos en medio de las nubes y a pocos metros el bosque se pierde en la blancura. No hay mas sonido que el del agua que corre entre las piedras, rapida, decidida, constante. Agua limpia y fria, siempre nueva, como la de Heraclito.
Una pequena catarina rojinegra esta a punto de ser llevada por la corriente, pero hago un esfuerzo (no muy grande) para salvarla, y ahora esta secandose sobre una roca.
El rio hace cascadas y debajo de las cascadas pozas heladas, en una de las cuales nos sumergimos unos instantes para salir rojos y cargados de energia electrica.

Wednesday, November 11, 2009

LA DANZA DE SHIVA



No todo es espiritualidad, misticismo, y disquisiciones filosóficas. La India, como sus vecinos, es un país lleno de desigualdades, injusticias, conflictos étnicos y religiosos, y una política candente. La India es, sí, un milagro de convivencia, pero también una olla de presión, una bomba de tiempo que cada vez en cuando hace pequeñas explosiones que dejan miles de muertos y una herencia de dolor para las generaciones venideras. La imagen que viene a mi mente con mas fuerza es la de la danza cosmica de Shiva, que destruye a un universo cansado y prepara la creacion de uno nuevo.
Dos autores autóctonos (aunque radicados en Londres), que estoy leyendo, son Gita Mehta (de quien ya leí el famoso "Karma Cola") y Pankaj Mishra, un periodista cuyos viajes por India, Pakistán, Afganistán, Nepal y Tibet, en años muy recientes, nos presentan una radiografía completa y profunda de la región, con un punto de vista que no pierde subjetividad, ni emotividad. Cada vez pienso con mayor convicción que el único relato honesto, es el que es abiertamente subjetivo.
Su libro, desafortunadamente intitulado "Temptations of the West", fue una buena sorpresa, y consolida en mi opinion a Pankaj Mishra (nacido en 1969), como una de las nuevas, inteligentes y sensibles voces en la India de hoy. Gita Mehta, en cambio, pertenece a otra generacion, que vio a Gandhi morir y que estudio en Cambridge en los sesentas. Sus pequenhos ensayos-denuncia, ironicos e incisivos, tienen ademas el punto de vista de una mujer. Hace ocho anhos, durante mi primer viaje a la India, lei "Karma Cola", su divertido antidoto contra el supermercado espiritual en que se ha convertido este pais. Lo que sigue a continuacion es el capitulo 27 de su libro "Snakes and Ladders":


GETTING THERE.

As the pace of India's exchanges with the outside world accelerates there is a growing demand both inside India and abroad for some comprehensible definition of what India actually is. Definitions are hard to come by, but there are some great descriptions.
When Mark Twain visited India at the end of the nineteenth century he wrote of the delirium he hoped would never leave him when he saw "the land of dreams and romance, of fabulous wealth and fabulous poverty, of splendor and rags, of palaces and hovels, of famine and pestilence, of genii and giants and Aladdin lamps, of tigers and elephants, the cobra and the jungle, the country of a hundred nations and a hundred tongues, of a thousand religions and two million gods, cradle of the human race, birthplace of human speech, mother of history, grandmother of legend, great-grandmother of tradition, whose yesterdays bear date with the mouldering antiquities of the rest of the nations -the sole country under the sun that is endowed with imperishable interest for alien prince and alien peasant, for lettered and ignorant, wise and fool, rich and poor, bound and free, the one land all men desire to see, and having seen once, by even a glimpse, would not give that glimpse for the shows of all the rest of the globe combined."
More modestly, India has traditionally described herself as Karma Bhoomi, the land of Experience, where everything has happened so often before that even history is reduced to troublesome echoes in an empty cave. But no experience in the land of Experience, nothing in all her yesterdays, has equipped her for a world where her faith in the encompassing unity of life is in daily, even hourly collision with the explosion of fragmented information coming from outside.
Dismissing the possibility of ever defining India, in 1945 the writer Alex Aronson noted ascerbically that India was a civilization, and 'civilization is always a process: not a being but a becoming'.
Half a century later that observation still proves astute. Somehow India has managed to stay a civilization, still unpredictable, still surprising, still defying definition.
Maybe India's indolence preserves her. Or her traditional fascination with unifying what appears fragmented. In any case, in a world of perpetual motion India remains a perpetual becoming, a vast and protean sea of human improvisations on the great dance of time.

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Monday, November 9, 2009



the air is cool and misty
but the water of the pool
by the old hindu temple is so
tempting, that i feel compelled
to dive
and swim until my skin goes red
and my lungs sing whoa! spontaneously
like an electric eel:
a waterfall
a thunderbolt
and i awake, again,
to the bell that klangs!
around the goat's neck
and calls the gods to attention
before the offerings
and after

Monday, November 2, 2009

ESTAMOS COMO CABRAS



Después de cuatro días seguidos viendo y escuchando al Dalai Lama, mañana y tarde, ahora lo extraño. Su presencia sabia, dulce e inocente, su sonrisa, sus ojos nobles y amigables, sus pequeñas explosiones de risa. Es un honor tener a un maestro como él explicando el budismo, desde sus inicios, tanto históricos como filosóficos, hasta el punto más alto: la vacuidad, dharmakaya, el despertar de la bodhicitta, la realización; utilizando como texto guía los comentarios de Nagarjuna a la bodhicitta. Metafísica pura, unida a la compasión en su sentido más elevado, más absoluto: y para terminar el voto del bodhisattva hecho en presencia “of this image of the buddha Shakyamuni behind me, and of this living buddha before you”. No lo olvidaré nunca.
De pronto todo este viaje, que había sido propulsado hasta este momento por "el motor de improbabilidad infinita” (que imaginó para su nave espacial Douglas Adams, y que me ayudó a atravesar Asia), adquiere de pronto un nuevo sentido, un sentido inesperado, que, en una segunda reflexión, es producto también de la casualidad!(según el plan inicial estaríamos ahora no en Dharamsala, sino en Varanasi), y la suerte. Estamos felices, todo Dharamsala está feliz, hasta salió el sol.